El body piercing
el cuerpo
Perforarse alguna parte del cuerpo es algo más que una moda, es entrar en un mundo de imaginación y creatividad donde aún queda mucho por descubrir.
Bien sea como estimulante o como reclamo de nuevas sensaciones, el caso es que el body piercing exige un conocimiento exhaustivo de la anatomía, una anatomía donde a veces se confunde el dolor y el placer. Lo que está claro es que, sea como sea esta técnica, gusta y cada vez son más las personas que se dejan llevar.
El body piercing, tal y como lo conocemos hoy, comenzó a mediados de los setenta en el mundo gay de San Francisco. En Brighton, Inglaterra, surgió la primera tienda dedicada en exclusiva a la venta de joyería para body piercing: Wildcat. El barbell piercing, una especie de pesa pequeña se hizo muy popular entonces. Este país es todavía hoy la meca del piercing.
Con anterioridad había formado parte de la cultura hippie y después hemos podido verlo en los punks. Durante los años noventa, este tipo de decoración corporal pasó casi desapercibido, permaneciendo en la sombra hasta hace unos pocos años.
Aunque esta práctica ha ido asociada y vinculada a todo tipo de contraculturas musicales, sociales y alternativas; lo cierto es que hoy en día en casi una forma de vida.